Invitado Miér Oct 19, 2011 1:33 pmCrónica del 2º Maratón de la Ruta Cultural
Hola compañeros. Me dispongo a relataros en primera persona mi experiencia vivida el fin de semana del 15 y 16 de octubre de 2011, por tierras zamoranas y vallisoletanas.
Nuestro querido amigo Drakis (Bestial Quad) y los Ruteros de Pucela fueron los encargados de organizar esta segunda Ruta Cultural, a la que asistieron casi 100 participantes, venidos de diversos lugares de la península.
Antes de continuar, quiero mencionar a los autores de las imágenes que veis en esta crónica, que son: jotaerre (Aququle), Pantera (Bestial Quad), Ricky (Ruteros de Pucela), y Pola (Club deportivo Castilla y León ATV). Por supuesto, en los respectivos foros de estos clubes, encontraremos muchas más fotos.
Nuestro campeón Drakis llevaba varios meses planeando y organizando este evento, para el cual se eligió una fecha en teoría acorde para que ni el calor ni la falta de lluvias fueran invitados inesperados a la fiesta. Pero ¿quién iba a pensar que a mediados de octubre España iba a estar más seca que la mojama? Pues muy a nuestro pesar, el polvo fue el protagonista espontáneo del fin de semana.
Aún así, la camaradería y el buen ambiente satisfizo a todos los participantes, dejando el tan molesto polvo en un segundo plano.
La Organización cuidó con mimo y extrema dedicación todos los mapas, los tracks, los alojamientos, las comidas, etc. Todo perfectamente organizado, con sede en Alaejos, donde dispusimos de un Hostal que nos sirvió para las comidas, para guardar los quads, para las copitas nocturnas y para pernoctar.
El poder de convocatoria de Drakis es digno de destacar. En esta quadquedada acudieron participantes de León (Aququle), de Valladolid (Ruteros de Pucela), de Cantabria (Los Trasgos), de Madrid (Los Revolcones), de Zamora (Bestial Quad), de Ávila-Madrid (Los Triponchis), Alí y Ángel (Toledo) y seguro que se me olvida algún grupo más. La crème de la crème del panorama quadtrero actual.
El viernes llego junto con el Mariano y Chiky al Hostal de Alaejos, y ya hay un montón de compañeros en la barra del bar (dónde se puede estar mejor). Allí localizo al Pola y a Monty (miedo me da acercarme). Descargamos los quads y el remolque en una nave y empezamos a saludar a nuestros amigos.
Cenita de rigor (20 platos a elegir) y a seguir disfrutando de la fiesta, unos en la barra, y otros en la habitación. Aprovechamos para bebernos una botella de licor mallorquín, y nos acostamos a una hora prudencial, que mañana hay ruta guapa.
Salimos a las 9:30 por grupos previamente asignados. Hay que dejar bastante distancia, ya no sólo entre grupo y grupo, sino entre los componentes de cada uno. Los GPS y los intercomunicadores ayudarían a tal circunstancia.
Primeramente, teníamos que localizar una serie de mapas repartidos por la zona, los cuales nos guiarían hasta el lugar del almuerzo. La mujer de Drakis nos tenía preparada una auténtica bacanal gastronómica a base de fiambres y tortillas. Pero el producto estrella fue el queso del Metadona. Si en ese momento nos dice que es un queso casero que hace su primo, hubiera colado. Todo ello regado con refrescos en su óptima temperatura de consumo, y alguna que otra cervecita.
EL resto del día lo emplearíamos en visitar unas bodegas centenarias excavadas en la tierra, con degustación de vino incluida.
La ruta en sí transcurre por caminos en muy buen estado y con amplias rectas. Lástima del molesto polvo, porque de lo contrario hubiera puesto mi vetusto Raptor a la altura del Arctic de Alí.
Después de la comida, nos toca otro rato más de ruta, con idea de llegar al centro de operaciones ya prácticamente de noche.
Yo consigo “escaquearme” de mi grupo de “los Triponchis”, y me voy con Ángel y Alí los tres por nuestra cuenta. Pero por poco tiempo, ya que un inoportuno percance hace que tenga que abandonar a mis dos fieles amigos, y unirme al grupo de Ricaste y Quadsnow (grandes compañeros y colaboradores de este evento).
Llego casi de noche al Hostal, donde lo primero que hago es limpiar el filtro del aire de mi quad (está para tirarlo). Nos duchamos y nos volvemos a reunir en el amplio salón del Hostal para otra divertida cena.
Ni el empate del Atleti contra el Granada me haría perder la sonrisa, pero como buen atlético, estuve flaqueando por unos momentos… hasta que me volví a agarrar a la botella de Kevin.
El domingo hay que madrugar más, así que me acuesto temprano y al día siguiente me levanto con la misma ilusión de siempre antes de montar en quad. El día transcurriría bastante tranquilo, con caminos poco variados, predominando las suculentas rectas desaprovechadas por las circunstancias, y el calor de un radiante sol.
Visitamos una fábrica de quesos, en la que tengo que pedir pasta para traerme uno a casa, y la ruta continúa con pocos contratiempos (apenas un par de pinchazos, y unos compañeros perdidos, que finalmente son rescatados).
Poco antes de las dos de la tarde, llegamos al Hostal, cargo a mi fiel amigo en el remolque que me ha prestado el Mariano (así ando, lamentable), y me ausento de la última comida para volver prontito a la capi. Me despido de mis amigos pucelanos y del resto de asistentes, reemplazándonos a diciembre para una próxima ruta.
Nuevamente, un 10 para la Organización, y un fuerte abrazo a todos los participantes. Me lo pasé genial, disfruté de lo lindo (lo que se pudo), y… me encanta este mundillo!!! (estoy más vivo que nunca).
Sed buenos.
Autoquad.
Socio nº 169 de la ANUQ
Hola compañeros. Me dispongo a relataros en primera persona mi experiencia vivida el fin de semana del 15 y 16 de octubre de 2011, por tierras zamoranas y vallisoletanas.
Nuestro querido amigo Drakis (Bestial Quad) y los Ruteros de Pucela fueron los encargados de organizar esta segunda Ruta Cultural, a la que asistieron casi 100 participantes, venidos de diversos lugares de la península.
Antes de continuar, quiero mencionar a los autores de las imágenes que veis en esta crónica, que son: jotaerre (Aququle), Pantera (Bestial Quad), Ricky (Ruteros de Pucela), y Pola (Club deportivo Castilla y León ATV). Por supuesto, en los respectivos foros de estos clubes, encontraremos muchas más fotos.
Nuestro campeón Drakis llevaba varios meses planeando y organizando este evento, para el cual se eligió una fecha en teoría acorde para que ni el calor ni la falta de lluvias fueran invitados inesperados a la fiesta. Pero ¿quién iba a pensar que a mediados de octubre España iba a estar más seca que la mojama? Pues muy a nuestro pesar, el polvo fue el protagonista espontáneo del fin de semana.
Aún así, la camaradería y el buen ambiente satisfizo a todos los participantes, dejando el tan molesto polvo en un segundo plano.
La Organización cuidó con mimo y extrema dedicación todos los mapas, los tracks, los alojamientos, las comidas, etc. Todo perfectamente organizado, con sede en Alaejos, donde dispusimos de un Hostal que nos sirvió para las comidas, para guardar los quads, para las copitas nocturnas y para pernoctar.
El poder de convocatoria de Drakis es digno de destacar. En esta quadquedada acudieron participantes de León (Aququle), de Valladolid (Ruteros de Pucela), de Cantabria (Los Trasgos), de Madrid (Los Revolcones), de Zamora (Bestial Quad), de Ávila-Madrid (Los Triponchis), Alí y Ángel (Toledo) y seguro que se me olvida algún grupo más. La crème de la crème del panorama quadtrero actual.
El viernes llego junto con el Mariano y Chiky al Hostal de Alaejos, y ya hay un montón de compañeros en la barra del bar (dónde se puede estar mejor). Allí localizo al Pola y a Monty (miedo me da acercarme). Descargamos los quads y el remolque en una nave y empezamos a saludar a nuestros amigos.
Cenita de rigor (20 platos a elegir) y a seguir disfrutando de la fiesta, unos en la barra, y otros en la habitación. Aprovechamos para bebernos una botella de licor mallorquín, y nos acostamos a una hora prudencial, que mañana hay ruta guapa.
Salimos a las 9:30 por grupos previamente asignados. Hay que dejar bastante distancia, ya no sólo entre grupo y grupo, sino entre los componentes de cada uno. Los GPS y los intercomunicadores ayudarían a tal circunstancia.
Primeramente, teníamos que localizar una serie de mapas repartidos por la zona, los cuales nos guiarían hasta el lugar del almuerzo. La mujer de Drakis nos tenía preparada una auténtica bacanal gastronómica a base de fiambres y tortillas. Pero el producto estrella fue el queso del Metadona. Si en ese momento nos dice que es un queso casero que hace su primo, hubiera colado. Todo ello regado con refrescos en su óptima temperatura de consumo, y alguna que otra cervecita.
EL resto del día lo emplearíamos en visitar unas bodegas centenarias excavadas en la tierra, con degustación de vino incluida.
La ruta en sí transcurre por caminos en muy buen estado y con amplias rectas. Lástima del molesto polvo, porque de lo contrario hubiera puesto mi vetusto Raptor a la altura del Arctic de Alí.
Después de la comida, nos toca otro rato más de ruta, con idea de llegar al centro de operaciones ya prácticamente de noche.
Yo consigo “escaquearme” de mi grupo de “los Triponchis”, y me voy con Ángel y Alí los tres por nuestra cuenta. Pero por poco tiempo, ya que un inoportuno percance hace que tenga que abandonar a mis dos fieles amigos, y unirme al grupo de Ricaste y Quadsnow (grandes compañeros y colaboradores de este evento).
Llego casi de noche al Hostal, donde lo primero que hago es limpiar el filtro del aire de mi quad (está para tirarlo). Nos duchamos y nos volvemos a reunir en el amplio salón del Hostal para otra divertida cena.
Ni el empate del Atleti contra el Granada me haría perder la sonrisa, pero como buen atlético, estuve flaqueando por unos momentos… hasta que me volví a agarrar a la botella de Kevin.
El domingo hay que madrugar más, así que me acuesto temprano y al día siguiente me levanto con la misma ilusión de siempre antes de montar en quad. El día transcurriría bastante tranquilo, con caminos poco variados, predominando las suculentas rectas desaprovechadas por las circunstancias, y el calor de un radiante sol.
Visitamos una fábrica de quesos, en la que tengo que pedir pasta para traerme uno a casa, y la ruta continúa con pocos contratiempos (apenas un par de pinchazos, y unos compañeros perdidos, que finalmente son rescatados).
Poco antes de las dos de la tarde, llegamos al Hostal, cargo a mi fiel amigo en el remolque que me ha prestado el Mariano (así ando, lamentable), y me ausento de la última comida para volver prontito a la capi. Me despido de mis amigos pucelanos y del resto de asistentes, reemplazándonos a diciembre para una próxima ruta.
Nuevamente, un 10 para la Organización, y un fuerte abrazo a todos los participantes. Me lo pasé genial, disfruté de lo lindo (lo que se pudo), y… me encanta este mundillo!!! (estoy más vivo que nunca).
Sed buenos.
Autoquad.
Socio nº 169 de la ANUQ